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jueves, 05 de diciembre de 2024 00:01h.

Las fases del procedimiento de desahucio por falta de pago

A través del procedimiento de desahucio por falta de pago se consigue desalojar a un inquilino que no satisface las mensualidades a las que estaba obligado, consiguiendo de esta forma el arrendador poder recuperar de nuevo el inmueble, e incluso obtener el importe adeudado por el arrendatario. Vamos a conocer algunas de las particularidades de este sistema y estudiaremos todas las fases de las que está compuesto.

Qué es un procedimiento de desahucio por falta de pago

Un procedimiento de desahucio por falta de pago es básicamente es un proceso a través del cual, el arrendador reclama las cantidades debidas del arrendatario ya sea importe de alquiler, facturas de agua y luz, etcétera, de manera que, en caso de no hacerse efectiva, se solicitaría al juez el desalojo inmediato del deudor.

Básicamente esta sería la definición del procedimiento de desahucio, pero es importante también entender que cuenta con distintas fases las cuales vamos a detallar a continuación.

Todas las fases del procedimiento de desahucio por falta de pago

En total tenemos cuatro fases a través de las cuales se desarrolla el procedimiento de desahucio por falta de pago, las cuales son las siguientes.

La demanda que da inicio al procedimiento

Comenzamos con la demanda que será la que dé inicio a todo el proceso, es decir, en el momento en el que ya no confiamos en la palabra de nuestro inquilino para hacer frente a los impagos, es el momento de comenzar a dar los pasos adecuados siempre de la mano de un profesional que nos pueda guiar en este sentido.

Básicamente vamos a presentar en el tribunal un escrito donde se plasmarán los hechos y se realizará un suplico, es decir, una solicitud a través de la cual pediremos por una parte que se desaloje al inquilino y, por otra, que también se le obligue a satisfacer la deuda que todavía queda pendiente.

Vista del juicio

Tras ser admitida la demanda, a continuación se realizará la vista, la cual puede tener lugar aproximadamente un mes tras la presentación de dicho escrito.

En esta vista el juez informará al arrendatario de la situación y propondrá una fecha para el desahucio. Si se da el caso de que el inquilino no está de acuerdo con la cantidad debida o con cualquier aspecto relacionado con la demanda, será entonces cuando se procederá a ir a juicio.

Esta situación hará que el proceso se alargue un poco más, de manera que hablaríamos de hasta tres meses de espera hasta la celebración del mismo.

En ese momento el inquilino va a tener la posibilidad de paralizar el desahucio siempre y cuando satisfaga el pago de las cantidades propuestas. No obstante esto se permite una única vez, es decir, si de nuevo vuelve a recurrir al impago, entonces el juez directamente procederá al desahucio.

El juez dicta la sentencia

Una vez que finalice el juicio se editará una sentencia con lo que se condenará al inquilino que satisfaga los pagos pendientes y desalojar la propiedad. En estos casos puede ser interesante también solicitar que se haga cargo de los gastos relacionados con el proceso judicial.

El lanzamiento

Tras todo lo indicado en los apartados anteriores, finalmente llega el lanzamiento, que básicamente es la ejecución de la sentencia de manera que el propietario va a poder disponer de nuevo de su inmueble.

Lo más habitual es que se establezca una fecha determinada para el lanzamiento al cual acudirá el Procurador que participó en el juicio, así como una comisión judicial que ha sido nombrada por el juzgado y dos agentes de policía con el objetivo de que no se produzcan altercados. Sin embargo, también existe la posibilidad de que la persona desahuciada entre sus llaves al propietario o al juzgado con lo que el lanzamiento se suspendería.

Hay que tener en cuenta que todo este procedimiento es similar en todos los casos, pero lo mejor que podemos hacer es ir acompañados por profesionales de la abogacía que defiendan nuestros derechos y sobre todo garanticen que todo el procedimiento se va a llevar a cabo de la forma adecuada.