BIODIVERSIDAD Y CAZA

Artículo de opinión. Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Biólogos queremos dar una señal de alarma en relación a la profesionalidad con la que se están llevando estudios y trabajos relacionados con la biodiversidad, en este caso con la fauna silvestre destinada a la caza, en lo que debería ser un aprovechamiento regulado […]

Artículo de opinión.

Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Biólogos queremos dar una señal de alarma en relación a la profesionalidad con la que se están llevando estudios y trabajos relacionados con la biodiversidad, en este caso con la fauna silvestre destinada a la caza, en lo que debería ser un aprovechamiento regulado de los recursos naturales.

Dos sentencias del TribunalSuperior de Justicia de Castilla y León, de fecha 17 de mayo de 2017 y 21 defebrero de 2018, anulan preceptos normativos en el ámbito Autonómicorelacionados con las especies cinegéticas y las cazables, generando un sinnúmero de noticias entre las que destaca “laprohibición de la caza en Castilla y León”, muchas de ellas interesadas yen su mayor parte sin enfocar la base del problema.

En ambas sentencias se cuestionala ausencia de criterios científico-técnicos para establecer qué especies debenconsiderarse cinegéticas y cuales deben formar parte de las órdenes anualescomo especies cazables, a lo que habría que añadir la falta de profesionalidadde los planes cinegéticos que deberían fundamentar el ejercicio de la caza encada coto, y no caer en la falacia de reiterar una y otra vez los mismosestudios faunísticos.

Determinadas noticias se encargande polemizar con las sentencias y las culpan de que “no tienen fundamentotécnico”, cuando en realidad los magistrados lo que hacen es impartir justiciacon base en la legislación y normativa vigentes y en peritaciones realizadaspor profesionales competentes en la materia, olvidando que las malas prácticasestán precisamente en la inadecuada aplicación de razonamientos técnicos a lahora de proteger la biodiversidad. Este problema no se solucionará si sevuelven a aplicar modificaciones normativas y legislativas desde lasAdministraciones Autonómicas obviando los problemas de fondo que en realidaddeben atajarse.

Si el estado actual de laspoblaciones sujetas a aprovechamiento cinegético es importante, no lo es menosel de los hábitats en los que viven, y esa visión conjunta de los ecosistemascomprobamos que se está desvirtuando desde enfoques inmersos en actividadessectoriales, en comportamientos ideológicos o, en otras ocasiones, en escritosy análisis ejercidos por aficionados, por los propios cazadores o porprofesionales anclados en escenarios del pasado, que no hacen mas que enturbiarlas sensaciones de patrimonio natural que en realidad se tienen desde el mediorural.

Las Directivas 2009/147/CE y92/43/CEE relativas a la conservación de las aves silvestres y de los hábitatsnaturales y de la fauna y flora silvestres, establecen en el ámbito europeomedidas de conservación para determinadas especies sobre las que los paísesmiembros, como España, deben incorporar la regulación que permita la caza dealguna de ellas, pero siempre con las garantías necesarias para que no se pongaen peligro la supervivencia de sus poblaciones.

Los estudios necesarios paradeterminar las especies cinegéticas deben estar actualizados, para cumplir conla adecuada conservación, gestión y manejo de la fauna silvestre; debencontemplar la situación de especies con poblaciones desequilibradas como losungulados asociados a la caza mayor, con el ejemplo de poblacionessobreabundantes como el jabalí; distinguir entre las aves las especiesmigratorias, en ocasiones las amenazas provienen de otros territorios de losque dependen y sobre los que no se tiene capacidad de regulación; y centrar enmayor medida los estudios en las especies residentes, que como el conejo o laperdíz roja tiene una gran importancia en la cadena alimentaria de nuestrosecosistemas.

No se trata de prohibir la caza,para determinadas especies supone una regulación de sus poblaciones; tampoco deser permisivo en su práctica, debemos aplicar el principio de dejar en manos deprofesionales competentes temas que afectan a nuestro patrimonio natural, aligual que sucede en otras actividades.

Nuestra práctica profesional enla protección del medio ambiente y la conservación y gestión de labiodiversidad, avalada en los ámbitos científicos y técnicos y supervisada porlos colegios oficiales de biólogos, nos permiten ofrecer a la sociedad nuestrosservicios y establecer cauces de conciliación y colaboración con lasAdministraciones Públicas en aras a introducir una regulación adecuada en unomás de los problemas graves y alarmantes que presenta la biodiversidad.

Va siendo hora de incorporarcambios en las metodologías que se aplican por las Administraciones paragestionar actividades como la caza, sin poner en riesgo la pérdida de labiodiversidad, uno de los problemas de mayor envergadura con los que nosenfrentamos; se trata de centrar los problemas y asignar las distintas tareas alos profesionales que se han especializado para realizarlas y de los queexisten numerosos centros de investigación, Universidades y práctica habitualen la elaboración de planes cinegéticos. Además, en este cambio de paradigma deberíacumplir una labor primordial la Administración Estatal, aportando untratamiento y criterios comunes para el conjunto del territorio español.

4 de marzo de 2019

JORGE ABAD GARCÍA

Comisión de MedioAmbiente

Consejo General de Colegios Oficiales de Biólogos